En el último artículo de estudio de la Atalaya (15-12-2009) de ésta semana (15-21 febrero), concretamente en el párrafo 20, se esbozaba un paralelismo de la primera venida de Jesús con su segunda presencia en la actualidad. De la misma forma como la humanidad rechazó a nivel general a Cristo en su primera manifestación en la carne, igualmente hoy en día, la humanidad no ha captado ésta segunda manifestación del Mesías en el espíritu.
Hace muchos meses atrás publiqué ésta posibilidad:
Hay una clara correspondencia entre los años de vida material de Jesús (El Templo de Dios en la carne) y estos últimos tiempos (ahora El Templo espiritual enlazado con los cristianos). De la misma forma como la manifestación de la primera venida de Cristo estuvo sometida a una duración señalada de tiempo, actualmente ocurre lo mismo, pero amplificada debido al alcance global de ésta segunda manifestación.
Durante 29/30 años el cuerpo material de Jesús (Templo) llegó a una considerable adultez. Durante esos 29 años experimentó todas las etapas del crecimiento, desde su nacimiento, pasando por la niñez, hasta llegar al estado adulto de un hombre desarrollado.
En una proporción ampliada por tres (número sagrado dado al énfasis relacionado con las tres etapas de la existencia de Jesús: celestial, humana, y glorificada), el Templo y Cuerpo de Cristo actual también crece y llega a una considerable adultez desde 1914 a 2001 (87 años = 29 años x 3). En 1914 hay un "nacimiento" tal como muestra el Apocalipsis. Pero el cuerpo espiritual de Cristo experimenta un crecimiento durante 87 años (29 amplificado por 3). Durante ésta segunda manifestación espiritual Cristo supervisa dicho crecimiento de su templo. Desde el año 1914 llegamos entonces sumando 87 años al año 2001: otro año clave en la historia del mundo.
Durante los casi 4 años finales de Ministerio material humano, consagración, pruebas, Resurrección y Pentecostés, el cuerpo de Jesús (Templo) pasa por su etapa final y glorificación. Éstos años finales fueron la culminación de su obra material en la Tierra.
Desde 2001 a 2012/2013 (12 años = 4 años x 3) el cuerpo de Jesús (Templo espiritual) pasa a escala global por su etapa final, consagración a la obra, pruebas, refinación y glorificación. Ésto sin duda se comenzó a observar en el pueblo de Dios desde el año 2001 en adelante. El patron nos muestra ahora una nueva cantidad de tiempo señalado para la refinación final del pueblo de Dios: Ésto estaría aconteciendo para el 2012/2013.
Conclusión:
La vida de Jesús en la carne (su primera venida) estuvo compuesta de dos fases: Crecimiento por 29 años y consagración por 4 años finales. Su segunda manifestación es semejante pero ampliada por tres. 87 años de crecimiento final de su pueblo. Y 12 años finales de refinación y consagración. En 1914 partieron los 87 años y terminaron en 2001. En 2001 empiezan los últimos 12 años finales. La Primera Guerra mundial fué el primer aviso, y la caída de las Torres fué el segundo aviso.
1914 inició una etapa final en la humanidad relacionada con la restauración del Templo de Jehová, destruido 2520 años antes. Desde entonces, el Templo ha comenzado a ser edificado espiritualmente, las buenas nuevas se han predicado, y los siervos de Dios se han fortalecido para el Día de Jehová. El año 2001 inició la parte final de esa etapa relacionada con la restauración del Templo de Jehová. Para el año 2012/2013 este Templo debería estar completo y todo debería estar en una condición correcta. Esto armoniza con todos los otros estudios publicados.
En 1914 se cumplieron 2520 años de la destrucción del Templo; y la I Guerra Mundial marca el inicio de los últimos días y la restauración espiritual.
En 2001 se cumplieron 2520 años del inicio de la restauración material definitiva del Templo; y la Caída de las Torres y el ataque al Pentágono marca el inicio de la parte final de los últimos días.
Estamos en tiempos claves. Estamos ante la segunda inspección del Mesías.
Para reflexionar
¿Habríamos identificado al humilde carpintero de Nazaret como el Mesías prometido? Si hubiésemos vivido en ésa época habría sido muy difícil hallarle y seguirle. El prejuicio de la sociedad judía nos habría hecho dudar. Además había una confusión con respecto a las profecías. Las profecías que hablaban sobre el día de ajustes de cuentas de Dios con las naciones y la alusión de éste hecho en los Salmos (que mostraban al heredero de David aniquilando los reinos) hicieron creer que el Mesías tenía que actuar sobre los imperios humanos en ese tiempo. No se quería tomar en cuenta que habían pasajes como el de Isaías que hablaban de un Mesías sufriente y rechazado. Esto sin duda generaba confusión, y éste pasaje era ignorado, dándose preferencia al del Mesías glorioso.
Es cierto que la humanidad en general rechazó a Jesús, pero en realidad casi nadie fuera de las fronteras de Israel supo de éste hombre durante esa manifestación en la carne. Jesús realmente vino de forma principal a su casa. A la nación de Israel, a una nación y pueblo dedicado a Jehová.
Vino a su propia casa, pero los suyos no lo recibieron. No obstante, a cuantos sí lo recibieron, a ellos les dio autoridad de llegar a ser hijos de Dios, porque ejercían fe en su nombre.- Juan 1: 11, 12
Jesús de Nazaret vino principalmente al Israel natural y ésta nación dedicada lo rechazó en su primera manifestación. Jesús fué un inspector (Malaquías 3:1) que incluso evaluó de forma negativa como el Templo de Jehová se había transformado en una especie de centro comercial que lucraba con la adoración. La mayoría de los israelitas rechazaron ésta intromisión pero Jehová los juzgó adversamente. Y ésta inspección del Cristo se realizó en la culminación de su venida en la carne.
En la actualidad, es evidente que la segunda manifestación de Cristo en el espíritu es una visita sobre el pueblo dedicado de Jehová. Las palabras de Malaquias tienen su cumplimiento final hoy:
“¡Miren!, envío mi mensajero, y él tiene que despejar un camino delante de mí. Y súbitamente vendrá a Su templo el Señor [verdadero], a quien ustedes buscan, y el mensajero del pacto en quien se deleitan. ¡Miren! Ciertamente vendrá”, ha dicho Jehová de los ejércitos.2 “Pero ¿quién estará soportando el día de su venida, y quién será el que se mantendrá en pie cuando él aparezca? Porque él será como el fuego de un refinador y como la lejía de los lavanderos. 3 Y tendrá que sentarse como refinador y limpiador de plata y tendrá que limpiar a los hijos de Leví; y tendrá que clarificarlos como oro y como plata, y ellos ciertamente llegarán a ser para Jehová personas que presenten una ofrenda de dádiva en justicia.- Malaquías 3:1-3
De la misma forma como la inspección del siglo I fué al final de su ministerio, la inspección actual de Cristo, será al final de su presencia actual. Ésto nos muestra que no es en el periodo de 1914-1918, sino que realmente ocurre ahora, en estos años finales desde el 2001 hasta el 2013. Estamos en plena inspección (el texto muestra que tiene que ver con la venida del día de Jehová). ¿Será el tema del dinero (negocios de bienes raíces), los compromisos con la OSCE, o el escaso interés en temas proféticos un punto en que Cristo evaluará a los dirigentes de su pueblo? No podemos juzgar nada, pero pareciese que se repite el patrón del siglo I. De todas formas, dejemos éstas cosas a Dios. En cuanto a nosotros, ¿percibiremos que el Mesías está llegando para actuar sobre su Pueblo?
Que a todos nosotros nos encuentre firmes, "con ramas de palmera" en las manos para así darle la bienvenida que merece y así ser contados como parte de la Gran Muchedumbre que sobrevivirá.
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