En el libro de Daniel a Jehová se le atribuye la siguiente cualidad: "él cambia tiempos y sazones" (Daniel 2:21). Dios es un Ser que está por encima del tiempo y del espacio. Por lo tanto, no está sujeto al paso del tiempo. El famoso científico Albert Einstein pudo comprobar que el tiempo está ligado con la materia, y por lo tanto es parte de la creación de un universo en expansión. Su famosa teoría de la relatividad comentaba que tanto el tiempo como el espacio son relativos. En un experimento realizado en 1971 se embarcaron relojes atómicos en aviones y se comprobó que el tiempo realmente transcurre como lo predice la teoría de la relatividad. El tiempo, por lo tanto, es un fenómeno sobrepasado por el Dios Todopoderoso.
Ejemplos de la Biblia y la creación
Ésto está claramente demostrado en las decenas de profecías de la Biblia. Todas se han cumplido con exactitud. Sin embargo, muchas de las profecías no son meramente colecciones de predicciones de hechos con antelación. En realidad observamos como Jehová ha dado "tiempos y sazones", indicadores de tiempo para cuando éstas tenían que cumplirse. Por ejemplo, tenemos los 40 años de estadía en el desierto decretados a los israelitas faltos de fe (Deut. 8:2). Los 390 años del error de Israel y los 40 años del error de Judá (Ezequiel 4:4-6.), los 70 años del destierro de Israel en Babilonia (Zacarías 1:12), la profecía de las 70 semanas relacionadas con el Mesías (Daniel 9:24-27), los 1260 días (Revelación 11:1-3). Hay decenas de otros ejemplos que muestran que muchas de las actividades más importantes ocurrieron en "tiempos señalados" por Dios. Ésto muestra que Jehová es un Dios de orden perfecto, y esto es algo que encontramos en la misma creación.
Además, la Biblia tiene información precisa y fidedigna sobre las edades de los patriarcas y sus ancestros, hasta llegar al mismo Adán en 4026 a.E.C. Si bien puede existir el margen de error de cerca de un año, la cronología de la Biblia es más exacta que la tradición de otros pueblos. También se ha demostrado que la datación del carbono 14 para calcular las edades es defectuosa, y por lo tanto, el hombre no dispone de millones de años, sino solo de miles. La Biblia sin duda tiene razón (Léase Juan 17:17).
Las galaxias, el sistema solar, y la rotación de los astros, también está basada en "relojes" siderales tan precisos que para el hombre no es difícil programar un viaje a la Luna, o saber la fecha del próximo eclipse. Los animales, peces y aves, están gobernados por intrincados "relojes biológicos" para su vida y existencia. No en vano el profeta Jeremías comentaba las palabras del texto temático de éste estudio (Jeremías 8:7). Además, el ser humano también está sometido a esas leyes relacionadas con el tiempo y su propio organismo. Esto resulta en beneficio de todos los seres vivos.
Como hemos analizado, la misma Biblia está llena de ejemplos relacionados con "tiempos señalados", cronología y profecía. Ahora bien, ¿cómo debemos entender éstos asuntos los cristianos? ¿Sería objetable dedicar tiempo a investigar sobre la relación de la cronología y las profecías?
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La profecía y la cronología
Los siervos de Dios siempre han tenido el deseo sincero de saber sobre las fechas de los acontecimientos futuros. Ésto no es condenable, porque tal cómo hemos visto, Dios mismo ha proporcionado profecías y cantidades de tiempo a partir de éstas. En tiempos de Jesús los apóstoles estaban ansiosos por saber si Cristo "estaba restaurando el reino a Israel en ese tiempo" (Hechos 1:6). En tiempos recientes, el entusiasmo llevó a algunos siervos de Jehová a fijar fechas como 1975 creyendo que el Día de Jehová era inmediato. ¿Era condenable esa actitud? Al igual que los primeros apóstoles, Jehová ha seguido utilizando a sus siervos, y el estudiar cronología puede servir de forma secundaria para mantenerse alerta. Además, nos puede mostrar la hermosa simetría y belleza de los arreglos Divinos en los tiempos señalados.
Años antes de 1914 C. T. Russell había escrito: “Evidentemente la cronología (las profecías sobre medidas de tiempo en general) no se dio con el propósito de proporcionar al pueblo de Dios información cronológica exacta a lo largo de los siglos. Es obvio que se proveyó para que funcionara como un reloj de alarma que despertara y activara al pueblo del Señor al tiempo debido”. – Los Testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios.
Cómo observamos, la cronología y las profecías deben ser utilizadas como herramientas secundarias, como un "reloj de alarma" que nos alerta de la cercanía del fin. La cronología viene a confirmar y reforzar que los sucesos globales como las guerras, terremotos, y hambrunas ocurren en "tiempos señalados", que no son eventos igual que en otras épocas. Por lo tanto, la cronología si respalda a las profecías desde éste ángulo. La misma enseñanza sobre 1914 y el inicio de los últimos días se fundamenta en ésta madura relación entre la profecía y la cronología. Sin embargo, el cristiano no debe descuidar su labores más importantes como predicar las buenas nuevas o fortalecer su espiritualidad, por estar dedicando demasiado tiempo a la cronología.
La cronología es un "reloj de alarma" que nos ayuda a comprender la cercanía del fin, pero no nos puede entregar información tan precisa como "saber el día y la hora" (Mateo 24: 36). Ese es el punto de equilibrio y madurez que debemos desarrollar para adentrarnos en éste tema. Los siervos de Jehová deben tener presente el factor sorpresa, ya que Cristo nos insta a mantenernos alertas (Léase Mateo 24:42).
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En conclusión, observamos que al estudiar las Escrituras y la Creación encontramos que toda la naturaleza se expresa en términos de crecimiento, germinación y maduración a través de un periodo señalado de tiempo. Es así como los agricultores saben exactamente en que fecha sus frutos germinarán o no. Es de interés que Jesús utilizara este ejemplo cuando habló de la gran profecía de su futura Presencia: ”Ahora bien, aprendan de la higuera como ilustración este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así mismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas”. (Mateo 24:32,33)
En los próximos artículos estaremos analizando como algunos de éstos estudios nos verifican desde otra perspectiva que estamos definitivamente en los últimos días. Ésto es importante, porque como dicen las palabras de Jeremías 8:7, podríamos estar pasando por alto, el tiempo señalado "para el Juicio de Jehová".
Nota: Éste breve artículo muestra que no es difícil analizar desde un ángulo maduro el tema de la cronología y su relación con las profecías.