sábado, 17 de julio de 2010

«YO SOY EL QUE SOY»

El estudio de las profecías y la cronología ciertamente está ligado al estudio del tiempo. Pero, ¿qué es realmente el "tiempo"? Si nos ponemos a meditar con reflexión profunda, el Tiempo es un fenómeno relacionado con la expansión del universo, pero a la vez íntimamente ligado a la conciencia de la criatura. Ésto quiere decir que solo podemos experimentar como real únicamente el MOMENTO PRESENTE. El pasado es un momento presente que ya se fué, y el futuro es simplemente otro momento presente que aún no se ha manifestado. Pero cuando llegue ese futuro, ya no será futuro, sino otro momento presente. En otras palabras, el pasado y el futuro, solo suceden como proyecciones de la mente sujeta a los ritmos del universo.

Esto nos hace meditar en que algunos animales tienen recuerdos, pero no pueden visualizar el futuro. No experimentan una preocupación morbosa por el mañana. Seguramente por ésa razón Jesús tantas veces nos animó a no inquietarnos por el día de mañana, y nos animó a vivir sanamente el día a día. La razón es que solo el día a día es lo único real. Ésto no quiere decir que no debamos planificar, sino más bien, evitar las inquietudes paralizantes que nos impiden disfrutar sanamente del AHORA.
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¿Puede usted por algunos instantes SABOREAR el PRESENTE? ¿Podemos dejar de preocuparnos, y liberar nuestra mente del pánico y la ansiedad descontrolada? ¿Puede SENTIR la brisa, la luz del Sol, y ABSORVERSE en ese momento presente? Si todos los días dedicamos tiempo a éstos ejercicios, uniéndolos con la oración al Padre, recibiremos fuerzas poderosas para cada día.

Claramente al parecer EL PRESENTE es lo único que se aproxima a la verdadera realidad. Al parecer Dios creó el concepto del flujo del tiempo (pasado-presente-futuro) en la mente humana, para que nosotros pudiésemos disfrutar de cada logro, paso a paso, en vez de experimentar una realidad simultanea superior con todos los momentos presentes en el mismo instante. Ésto nos permite crecer como criaturas. Sin embargo, Jehová no vive en éste arreglo.

Dios no vive sometido al tiempo y al espacio. Para Jehová no hay pasado, ni futuro. Solo un eterno presente sobre el tiempo mismo. Es una especie de NO-TIEMPO sobre la materia y el tiempo que conocemos. Claramente la teoría de la relatividad demostró ese hecho. Esteban, en su blog "Singularidad" ha comentado sobre ésta teoría lo siguiente:

El tiempo por sí mismo no puede existir en la ausencia de la materia y del espacio. De esto podemos inferir que la primera causa no-causada debe existir fuera de las cuatro dimensiones del espacio y tiempo, y poseer cualidades inteligentes, personales y eternas, para poseer las habilidades de crear intencionalmente el espacio, la materia, y ciertamente, hasta el tiempo mismo.

En la Biblia se declara que para Jehová 1000 años humanos son como un día. Ésto sin duda no representa la realidad suprema, sino una aproximación para que entendamos el abismo entre el ABSOLUTO y los humanos finitos. Es la diferencia de DIOS que vive en el NO-TIEMPO (LA ETERNIDAD), y nosotros, quienes estamos sometidos (en nuestra mente y en los ciclos espaciales), al tiempo.

El Nombre de Dios
El Nombre de Dios (Yahvé o Jehová) está involucrado en ésta cuestión. Siempre ha existido una discusión sobre si las letras hebreas significan YO SOY EL QUE SOY, o EL CAUSA QUE LLEGUE A SER.

Para mí ambos términos son correctos. El primero alude al estado ABSOLUTO de ETERNO PRESENTE de Dios. Éste es el estado Supremo del Dios eterno. En éste estado él contempla el futuro como si fuera ayer. No vive sujeto al tiempo, y está sobre éste mismo. De éste estado de vez en cuando nos llegan las profecías.  El segundo, alude al estado PROGRESIVO de Dios, como él,  humildemente "desciende" sobre la humanidad, se adapta a nosotros, se inclina como un padre ante su hijo pequeño, y se interna en nuestro desarrollo como humanidad, en el desenvolvimiento progresivo de su propósito. És cómo el gráfico lateral. De una inmensidad sin límites, que condesciende sobre lo limitado por bondad amorosa.

En el estado Supremo, Jehová sabe todo lo que sucedió, lo que sucede, y lo que acontecerá. Él es el único YO SOY EL QUE SOY.  Un absoluto sín límites y en un eterno ahora sobre el tiempo ordinario.  Pero Dios no se ha comunicado masivamente con nosotros de ésa forma. Nuestra comprensión no alcanzaría. Él se ha adaptado a la humanidad y la revelación bíblica nos habla de un Propósito Progresivo a través de las edades. Dios se vuelve "pequeño", es cómo un inmenso mar que se canaliza en un río, para que de ésa forma podamos beber y entender su mensaje. Ésa parte de Dios que "desciende" sobre la humanidad está vinculada al tiempo progresivo, al CAUSA QUE LLEGUE A SER.

Nosotros podemos obtener fuerzas y energías si todos los días dedicamos tiempo a "sentir" éstas manifestaciones de Dios. Al orar y meditar, y tener momentos de experimentar el eterno presente (el cuál no podemos entender, sino solo alcanzar a percibir), nos conectamos con la parte eterna de Dios. Obtenemos fuerzas inmensas si lo hacemos a diario. La creación y la naturaleza son los mejores lugares para hacerlo. Y al trabajar en nuestras distintas rutinas espirituales y actividades diarias, nos volvemos parte de la parte progresiva de éste propósito.