Mientras los medios de comunicación de Corea del Norte hablan de la inminencia de "una guerra santa" contra sus vecinos del Sur, el régimen comunista ha roto todos los lazos con el gobierno de Seúl, ha expulsado a los trabajadores surcoreanos y ha puesto en alerta a un ejército de más de un millón de hombres. Estados Unidos, Rusia y China actúan por diferentes vía para resolver una crisis que ha alcanzado un punto alarmante.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, llegará mañana a la capital de Corea del Sur para escenificar con más claridad si cabe el compromiso estadounidense en la defensa de ese país. El Pentágono ha anunciado unas inmediatas maniobras conjuntas de sus 28.500 soldados estacionados en la península coreana con el Ejército surcoreano a fin de preparase para responder a una agresión del Norte.
El temor a una guerra ha desatado la alarma en toda Asia -donde hoy, entre otros signos de preocupación, cayeron las Bolsas-, y se ha apoderado de la población coreana. Seúl se encuentra a menos de un centenar de kilómetros de la línea de demarcación establecida tras la guerra de 1953 y cualquier ataque podría tener trágicas consecuencias.
Las grandes potencias han mostrado su inquietud creciente por el riesgo de que esta guerra de nervios acabe trasladándose al campo de batalla. Estados Unidos, que se vería implicado de lleno en un eventual conflicto militar, debatía con China una solución negociada. Aunque obligada por sus intereses estratégicos en Asia a intervenir del lado de Seúl, la Administración norteamericana, ya ocupada en dos guerras en Oriente Medio, no está en el mejor momento para participar en otro frente aún más lejano. Su intención es la de obligar a Pyongyang a regresar a la mesa de diálogo multilateral que se suspendió por el ataque al Cheonan. -El pais.com
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¿Podría un misil de Corea del Norte llegar a Estados Unidos o Hawai?
A nuestros lectorores de ésas zonas: Por favor, tomar resguardos para un ataque nuclear. En Internet encontrarán varias sugerencias.