Ésta entrada la dedico a los lectores nuevos. He leído algunos comentarios que indican que la primera impresión recogida al leer éstos sitios es sobre tener una obsesión malsana de querer "saber el día y la hora". Claro, a simple vista pareciera ser. No obstante, Abib mismo ha declarado en varias oportunidades que él desea aproximarse a comprender la belleza del diseño de la cronología y su relación con la profecía. Creo que eso resume a la perfección el trabajo que él realiza. En cuanto a mí, estoy convencido de que estamos dando los primeros pasos tambaleantes a una "ciencia" que en el futuro será reconocida como tal.
En todos éstos años he aprendido algo interesante. El Gran Diseñador del tiempo y el espacio tiene un "programa" para los grandes sucesos trascendentales ocurridos en la humanidad. Al verificar las simetrías temporales de algunos sucesos nos convencemos. Jehová es "un Dios de tiempos sazones" (Daniel 2:21) y al leer las Escrituras observamos que éstas están saturadas de ejemplos en cuanto a profecías, sentencias divinas y sucesos que tenían que ocurrir en espacios de tiempos señalados. Jesús mismo declaraba "no ha llegado mi hora" mostrando que Dios tenía un cronograma para los sucesos trascendentales.
La creación, el universo, los animales y nuestro propio cuerpo y sus relojes biológicos son el ejemplo. Ver: http://rectafinalprofecias.blogspot.com/2010/03/jehova-el-dios-de-tiempos-y-sazones.html
Asi que posiblemente hemos entendido mal si creemos que el afán de éstos sitios es encontrar el "Día y la Hora" (el cual no podemos encontrar, aunque si la gran cercanía para estar alertas). En realidad, estamos abriendo el campo para una nueva comprensión de cómo funcionan ciertos asuntos que creemos que son casualidades. Estamos verificando la belleza del programa de Dios. Es como dedicarse al estudio del tiempo de las mareas o la crecida de los árboles, pero en este caso tiene que ver con entender por qué suceden ciertos asuntos en determinadas épocas (como los pactos). Muchos se dedican a la filatelia, a escribir poemas, etc. A otros, les interesa saber a grado limitado éstos asuntos y es edificante para la fe intentar entenderlos. Claro, aún queda mucho que rectificar y pulir en estas investigaciones.
Pero, ¿que hay de la admonición de Jesús en Hechos 1:7?
Les dijo: “No les pertenece a ustedes adquirir el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción". - Hechos 1:7
La esencia de la frase de Jesús es correcta. Pero no olvidemos el contexto de dicha de respuesta. Jesús responde a ésta pregunta:
Pues bien, cuando se hubieron congregado, se pusieron a preguntarle: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?”. -Hechos 1:6
Claramente Jesús responde de acuerdo a la pregunta de los apóstoles. Ellos creían que el Reino sería establecido en sus días. ¿Significa ésto que nunca se podría adquirir cierto conocimiento de los "tiempos o sazones"? Notemos que Jesús dice: "que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción". Ésto significa que Dios tiene una jurisdicción y horario para revelar en el tiempo de él los asuntos. El libro de Daniel lo confirma:
Y en cuanto a ti, oh Daniel, haz secretas las palabras y sella el libro, hasta el tiempo de[l] fin. Muchos discurrirán, y el [verdadero] conocimiento se hará abundante”. - Daniel 12:4
Ahora bien, en cuanto a mí, oí, pero no pude entender, así que dije: “Oh mi señor, ¿qué será la parte final de estas cosas?”.
Y él pasó a decir: “Anda, Daniel, porque las palabras quedan secretas y selladas hasta el tiempo de[l] fin. Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán. - Daniel 12: 8-10
Y él pasó a decir: “Anda, Daniel, porque las palabras quedan secretas y selladas hasta el tiempo de[l] fin. Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán. - Daniel 12: 8-10
Daniel mismo no puede entender en su época (en ese tiempo). Pero "el conocimiento de los tiempos o sazones" permanece sellado hasta el tiempo del fin. Ni en la época de los apóstoles como muestra Hechos 1:7, era el tiempo para saber. Es en el tiempo del fin cuando la luz empieza a brillar. Y la indicación de los 1290 y 1335 días lo confirma en los versículos siguientes Daniel. Por eso, éstos asuntos solo pueden ser entendidos hoy en día. Los "tiempos y sazones" ya pueden comenzar a entenderse hoy.
en el primer año de reinar él, yo mismo, Daniel, discerní por los libros el número de los años acerca de los cuales la palabra de Jehová había ocurrido a Jeremías el profeta, para cumplir las devastaciones de Jerusalén, [a saber,] setenta años. - Daniel 9:2
Imitando al fiel Daniel, nos esforzamos por discernir a través de las Escrituras en que fecha nos encontramos en la corriente del tiempo, observando el ejemplo de los intrépidos buscadores que descubrieron que 1914 era un año señalado.
que están resguardados por el poder de Dios mediante la fe para una salvación [que está] lista para ser revelada en el último período.
Respecto a esta misma salvación, los profetas que profetizaron acerca de la bondad inmerecida que había de ser para ustedes hicieron una indagación diligente y una búsqueda cuidadosa. Siguieron investigando qué época en particular, o qué suerte de [época], indicaba respecto a Cristo el espíritu que había en ellos cuando este de antemano daba testimonio acerca de los sufrimientos para Cristo y acerca de las glorias que habían de seguir a estos. A ellos les fue revelado que, no para sí mismos, sino para ustedes, ministraban las cosas que ahora han sido anunciadas a ustedes mediante los que les han declarado las buenas nuevas con espíritu santo enviado desde el cielo. En estas mismas cosas los ángeles desean mirar con cuidado. - 1 Pedro 1:5, 10-12
Así que investigar sobre las épocas particulares tiene gran respaldo bíblico. Los profetas y hombres de fe nos dejaron un legado saludable. Los mismos ángeles están interesados en éstos asuntos. Éste mismo ejemplo nos impulsa a investigar de forma equilibrada éstos temas importantes del Propósito de Dios.