Hace poco meditaba en los artículos de los colaboradores que hacían mención de porqué la mayoría de la gente de la Tierra no capta la trascendecia de la “Señal” de los últimos días (terremotos, guerras, pestes, etc). Ante las evidencias y pruebas, mucha gente no quiere reconocer que estamos en el tiempo del fin. Necesitan una voz celestial que les diga: “éste es el tiempo del fin”. Ahora bien, los cristianos también deben tener cuidado en “dormirse” o no captar otro asunto íntimamente relacionado: la refinación del pueblo de Dios y los 42 meses finales. De la misma forma como la humanidad en general no capta la presencia de Cristo, así en el último periodo, la mayoría de los cristianos no perciben el estado de refinación ya comenzado.
La cronología ha servido para establecer el inicio del tiempo del fin en 1914. Y la cronología también nos ha proporcionado base para creer que los 42 meses de hostigamiento al pueblo de Dios ya han comenzado. En ambos casos, puede que hayamos esperado algo espectacular en el que todos se den cuenta: escépticos y creyentes. Sin embargo, no creo que sea así en ningún caso. Solo muy pocos pueden captar éstas cosas. El mundo en general no ha captado lo inmerso en que está en el tiempo del fin, y la mayoría de los cristianos tampoco comprenden que los 42 meses han comenzado. Quizás han esperado una señal más espectacular que haga que todos se den cuenta, pero no ha sido así en absoluto.
Años antes de 1914 Russell había escrito: “Evidentemente la cronología (las profecías sobre medidas de tiempo en general) no se dio con el propósito de proporcionar al pueblo de Dios información cronológica exacta a lo largo de los siglos. Es obvio que se proveyó para que funcionara como un reloj de alarma que despertara y activara al pueblo del Señor al tiempo debido”. – Los Testigos de Jehová, proclamadotes del Reino de Dios.
Éste entendimiento de Russell sobre la cronología armoniza con la declaración de Jesús en dónde el nos dice:
Pero cuando los fariseos le preguntaron cuándo vendría el reino de Dios, les contestó y dijo: “El reino de Dios no viene de modo que sea llamativamente observable, 21 ni dirán: ‘¡Miren acá!’, o, ‘¡Allá!’. Porque, ¡miren!, el reino de Dios está en medio de ustedes”.-Lucas 17:20,21
Ustedes también, manténganse listos, porque a una hora que menos piensen viene el Hijo del hombre”.- Lucas 12:40
Así que el Estudio de la cronología solo nos acerca o nos despierta para saber de la inminencia de ese día. Pero no nos puede ayudar en “saber el día y la hora”. Es posible que pensemos que los 1260 días deben empezar con algo espectacular o “llamativamente observable”, pero en realidad será algo que pase desapercibido para la mayoría, incluso para los cristianos, ya que de esa forma se cumple la profecía de la hora menos pensada para el grueso. Así que es posible que los 1260 ya hayan comenzado en 2009, pero la mayoría de los cristianos y la mayoría del mundo lo ignorará por completo. De hecho, el Reino ya comenzará a actuar “en medio de nosotros”.
En realidad de la misma forma como al grueso de la humanidad le cuesta convencerse de que estamos en los últimos días, así el grueso de los cristianos también les cuesta convencerse de que los 42 meses finales han empezado. Han ocurrido “señales”, pero son imperceptibles para el grueso, porque el “reino no viene de un modo llamativo”. Solo cuando la gran tribulación esté encima, muchos se darán cuenta, pero será tarde.
La cronología ha servido para establecer el inicio del tiempo del fin en 1914. Y la cronología también nos ha proporcionado base para creer que los 42 meses de hostigamiento al pueblo de Dios ya han comenzado. En ambos casos, puede que hayamos esperado algo espectacular en el que todos se den cuenta: escépticos y creyentes. Sin embargo, no creo que sea así en ningún caso. Solo muy pocos pueden captar éstas cosas. El mundo en general no ha captado lo inmerso en que está en el tiempo del fin, y la mayoría de los cristianos tampoco comprenden que los 42 meses han comenzado. Quizás han esperado una señal más espectacular que haga que todos se den cuenta, pero no ha sido así en absoluto.
Años antes de 1914 Russell había escrito: “Evidentemente la cronología (las profecías sobre medidas de tiempo en general) no se dio con el propósito de proporcionar al pueblo de Dios información cronológica exacta a lo largo de los siglos. Es obvio que se proveyó para que funcionara como un reloj de alarma que despertara y activara al pueblo del Señor al tiempo debido”. – Los Testigos de Jehová, proclamadotes del Reino de Dios.
Éste entendimiento de Russell sobre la cronología armoniza con la declaración de Jesús en dónde el nos dice:
Pero cuando los fariseos le preguntaron cuándo vendría el reino de Dios, les contestó y dijo: “El reino de Dios no viene de modo que sea llamativamente observable, 21 ni dirán: ‘¡Miren acá!’, o, ‘¡Allá!’. Porque, ¡miren!, el reino de Dios está en medio de ustedes”.-Lucas 17:20,21
Ustedes también, manténganse listos, porque a una hora que menos piensen viene el Hijo del hombre”.- Lucas 12:40
Así que el Estudio de la cronología solo nos acerca o nos despierta para saber de la inminencia de ese día. Pero no nos puede ayudar en “saber el día y la hora”. Es posible que pensemos que los 1260 días deben empezar con algo espectacular o “llamativamente observable”, pero en realidad será algo que pase desapercibido para la mayoría, incluso para los cristianos, ya que de esa forma se cumple la profecía de la hora menos pensada para el grueso. Así que es posible que los 1260 ya hayan comenzado en 2009, pero la mayoría de los cristianos y la mayoría del mundo lo ignorará por completo. De hecho, el Reino ya comenzará a actuar “en medio de nosotros”.
En realidad de la misma forma como al grueso de la humanidad le cuesta convencerse de que estamos en los últimos días, así el grueso de los cristianos también les cuesta convencerse de que los 42 meses finales han empezado. Han ocurrido “señales”, pero son imperceptibles para el grueso, porque el “reino no viene de un modo llamativo”. Solo cuando la gran tribulación esté encima, muchos se darán cuenta, pero será tarde.
