Y uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones vino y habló conmigo, y dijo: “Ven, te mostraré el juicio sobre la gran ramera que se sienta sobre muchas aguas, con quien los reyes de la tierra cometieron fornicación, entre tanto que los que habitan la tierra fueron emborrachados con el vino de su fornicación”.
Y me llevó en [el poder del] espíritu a un desierto. Y alcancé a ver a una mujer sentada sobre una bestia salvaje de color escarlata que estaba llena de nombres blasfemos y que tenía siete cabezas y diez cuernos. - Revelación 17: 1-3