miércoles, 11 de agosto de 2010

La mejor explicación de todas

El comité redactor oficial de los testigos de Jehová recientemente ha intentado volver a explicar el famoso asunto de la “generación” (Mateo 24:34). Originalmente se asociaba éste asunto  con los ungidos y las personas que vivieron alrededor de 1914 y observaron los sucesos de la I Guerra Mundial que se creía que correspondían con la Parausía y Entronización de Cristo. Esto llevaba a muchos a calcular la edad de los ungidos y se creía que dicha generación debería estar viva para presenciar la gran tribulación. Hoy, en las últimas publicaciones, asambleas y discursos de viajantes, se ha vuelto a considerar desde cierto ángulo éste asunto, pero ahora se habla de unos “traslapos”, “superposiciones” o entrecruzamientos entre la vida de los ungidos de 1914 y la vida de los ungidos más actuales. En algún punto ambos se cruzan (por ejemplo un ungido que nació en 1914 y otro que nació en 1960, podrían conocerse en 1990). En fin, ambos grupos serían actualmente la “generación”. Pero se espera que para la llegada de la gran tribulación, queden (evidentemente), una cantidad mayor del grupo actual de ungidos.

El mejor “entendimiento”
Ahora bien,  la mayoría de los testigos actuales olvidaron “otro entendimiento”, que existió entre éstos dos anteriores. Hablamos de la explicación de la Atalaya del 1-11-1995, la cuál creo yo, es la mejor explicación, y la más ajustada a la Biblia. Hace pocos meses volví a analizar por mi cuenta éste asunto, y llegué a las mismas conclusiones de esa Atalaya.

A continuación, expongo los párrafos más importantes del artículo: “Salvados de una generación inicua” y el artículo siguiente “Tiempo de mantenernos despiertos”

Salvados de una “generación inicua”
“Oh generación falta de fe y aviesa, ¿hasta cuándo tengo que continuar con ustedes y soportarlos?” (LUCAS 9:41.)

VIVIMOS en tiempos calamitosos. Durante el siglo XX, los terremotos, las inundaciones, el hambre, las enfermedades, el desafuero, los bombardeos, las terribles guerras y otras desgracias han conmocionado a la humanidad. No obstante, la mayor de todas las calamidades ocurrirá en el futuro cercano. ¿A qué nos referimos? A una “gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder”. (Mateo 24:21.) Sin embargo, muchos de nosotros podemos esperar un futuro radiante. ¿Por qué? Porque la propia Palabra de Dios habla de “una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas [...]. ‘Estos son los que salen de la gran tribulación [...]. Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed [...]. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos’”. (Revelación [Apocalipsis] 7:1, 9, 14-17.)

2 En los relatos inspirados de Mateo 24:3-22, Marcos 13:3-20 y Lucas 21:7-24 se presenta la profecía de Jesús con respecto a “la conclusión del sistema de cosas”. Esta profecía tuvo un cumplimiento inicial en el corrupto sistema de cosas judío del siglo primero de nuestra era común, que culminó en una “gran tribulación” sin precedentes para los judíos. Se desplomó para siempre toda la estructura religiosa y política del sistema judío, cuyo centro era el templo de Jerusalén.
3 Examinemos ahora las circunstancias que rodearon el cumplimiento inicial de la profecía de Jesús. De esta manera entenderemos mejor el cumplimiento paralelo de la actualidad. Comprenderemos la urgencia de tomar las medidas necesarias ahora para sobrevivir a la mayor tribulación de la historia que se cierne sobre toda la humanidad. (Romanos 10:9-13; 15:4; 1 Corintios 10:11; 15:58.)

¿Qué significa la expresión “esta generación”?
9 Cuando los cuatro apóstoles que estaban sentados con Jesús en el monte de los Olivos oyeron su profecía sobre “la conclusión del sistema de cosas”, ¿qué debieron entender por la expresión “esta generación”? En los Evangelios, el término “generación” se traduce de la palabra griega gue·ne·á, que los léxicos comunes definen de esta manera: “Lit[eralmente], los descendientes del mismo antepasado”. (Greek-English Lexicon of the New Testament, de Walter Bauer.) “Aquello que ha sido engendrado, una familia; [...] miembros sucesivos de una genealogía, [...] o una raza de gentes, [...] o de toda la multitud de personas viviendo en el mismo período, Mt 24:34; Mr 13:30; Lc 1:48; 21:32; Fil 2:15, y especialmente de aquellos miembros de la raza judía viviendo en la misma época.” (Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, de W. E. Vine.) “Aquello que ha sido engendrado, hombres del mismo linaje, una familia; [...] toda la multitud de personas viviendo en el mismo período; Mt. XXIV. 34; Mr. XIII. 30; Lc I. 48 [...] utilizado esp[ecialmente] con respecto a los miembros de la raza judía viviendo en la misma época.” (Greek-English Lexicon of the New Testament, de J. H. Thayer.)

10 Tanto Vine como Thayer citan Mateo 24:34 al definir “esta generación” (hē gue·ne·á háu·tē) como “toda la multitud de personas viviendo en el mismo período”. Un diccionario teológico apoya esta definición al comentar: “Jesús emplea el término ‘generación’ para expresar su propósito abarcador: se refiere a toda la gente y es consciente de su solidaridad en el pecado”. (Theological Dictionary of the New Testament [1964].) Sin lugar a dudas, cuando Jesús estuvo en la Tierra, la nación judía mostró una obvia “solidaridad en el pecado”, tal como la que caracteriza al sistema mundial de la actualidad.

11 Claro está, los cristianos que estudian este asunto toman en cuenta principalmente cómo los evangelistas inspirados utilizaron la expresión griega gue·ne·á háu·tē, es decir, “esta generación” al citar las palabras de Jesús. La emplearon invariablemente de manera negativa. Por ejemplo, Jesús llamó “serpientes, prole de víboras”, a los guías religiosos judíos, y pasó a decir que se dictaría el juicio del Gehena sobre “esta generación”. (Mateo 23:33, 36.) Ahora bien, ¿se limitaba este juicio al clero hipócrita? En absoluto. En varias ocasiones, los discípulos de Jesús lo oyeron utilizar uniformemente la expresión “esta generación” en un sentido mucho más amplio. ¿Cómo?

“Esta generación inicua”
12 Poco después de la Pascua de 31 E.C., durante el gran ministerio de Jesús en Galilea, sus discípulos le oyeron decir a “las muchedumbres”: “¿A quién compararé esta generación? Es semejante a los niñitos sentados en las plazas de mercado, que dan voces a sus compañeros de juego, y dicen: ‘Les tocamos la flauta, pero no danzaron; plañimos, pero no se golpearon en desconsuelo’. Correspondientemente, Juan [el Bautizante] vino sin comer ni beber, pero dicen: ‘Tiene demonio’; el Hijo del hombre [Jesús] sí vino comiendo y bebiendo, y no obstante dicen: ‘¡Miren! Un hombre glotón y dado a beber vino, amigo de recaudadores de impuestos y pecadores’”. No había manera de agradar a aquellas “muchedumbres” sin principios. (Mateo 11:7, 16-19.)

13 Posteriormente, cuando Jesús y sus discípulos emprendieron su segundo viaje de predicación por Galilea ese mismo año, “algunos de los escribas y fariseos” pidieron una señal a Jesús. En respuesta, les dijo a ellos y a “las muchedumbres” presentes: “Una generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, mas no se le dará ninguna señal, sino la señal de Jonás el profeta. Porque así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches. [...] Así también será con esta generación inicua”. (Mateo 12:38-46.) Es obvio que “esta generación inicua” incluía tanto a los guías religiosos como a “las muchedumbres” que nunca comprendieron la señal que se cumplió mediante la muerte y resurrección de Jesús.

14 Después de la Pascua de 32 E.C., cuando Jesús y sus discípulos entraron en la región galilea de Magadán, los saduceos y los fariseos volvieron a pedir a Jesús una señal. De nuevo les respondió: “Una generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, pero no se le dará señal alguna sino la señal de Jonás”. (Mateo 16:1-4.) Aquellos hipócritas religiosos eran verdaderamente más reprensibles por ser los dirigentes de las “muchedumbres” infieles que Jesús condenó utilizando la expresión “esta generación inicua”.

15 Hacia finales de su ministerio en Galilea, Jesús llamó a sí a la muchedumbre y a sus discípulos y dijo: “El que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del hombre también se avergonzará de él”. (Marcos 8:34, 38.) Es patente, pues, que el conjunto de judíos impenitentes de aquel tiempo constituía “esta generación adúltera y pecadora”. Unos días más tarde, después de la transfiguración de Jesús, él y sus discípulos “fueron hacia la muchedumbre”, y un hombre le pidió que curara a su hijo. Jesús dijo: “Oh generación falta de fe y aviesa, ¿hasta cuándo tengo que continuar con ustedes? ¿Hasta cuándo tengo que soportarlos?”. (Mateo 17:14-17; Lucas 9:37-41.)

16 Probablemente fue en Judea, después de la fiesta de las cabañas de 32 E.C., “cuando las muchedumbres estaban apiñándose” alrededor de Jesús, donde él les reiteró su condenación, diciendo: “Esta generación es una generación inicua; busca una señal. Pero no se le dará ninguna señal sino la señal de Jonás”. (Lucas 11:29.) Finalmente, cuando los dirigentes religiosos llevaron a Jesús a juicio, Pilato propuso ponerlo en libertad. El relato dice: “Los sacerdotes principales y los ancianos persuadieron a las muchedumbres a que pidieran a Barrabás, pero hicieran destruir a Jesús. [...] Pilato les dijo: ‘Entonces, ¿qué haré con Jesús, el llamado Cristo?’. Todos dijeron: ‘¡Al madero con él!’. Él dijo: ‘Pues, ¿qué mal ha hecho?’. Pero ellos siguieron clamando más y más: ‘¡Al madero con él!’”. Aquella “generación inicua” exigía la sangre de Jesús. (Mateo 27:20-25.)

17 De esta manera, una “generación falta de fe y aviesa”, incitada por sus dirigentes religiosos, desempeñó un papel importante en causar la muerte del Señor Jesucristo. Cincuenta días después, en el Pentecostés de 33 E.C., los discípulos recibieron espíritu santo y empezaron a hablar en diferentes lenguas. Al oír el sonido, “la multitud se juntó”, y el apóstol Pedro se dirigió a esta con las palabras: “Varones de Judea y todos ustedes los que son habitantes de Jerusalén”, y dijo: “A este hombre [Jesús] [...], ustedes lo fijaron en un madero por mano de desaforados, y lo eliminaron”. ¿Cómo reaccionaron algunos de los oyentes? “Se sintieron heridos en el corazón.” Luego, Pedro les instó a que se arrepintieran. “Dio testimonio cabal y siguió exhortándolos, diciendo: ‘Sálvense de esta generación torcida’.” El resultado fue que unos tres mil oyentes “abrazaron su palabra de buena gana [y] fueron bautizados”. (Hechos 2:6, 14, 23, 37, 40, 41.)

Se identifica a “esta generación”
18 ¿Qué es, entonces, la “generación” que mencionó Jesús con tanta frecuencia en presencia de sus discípulos? ¿Qué entendieron por sus palabras: “De ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas”? Jesús de ninguna manera estaba apartándose del uso que le había dado a la expresión “esta generación”, con la que se refirió invariablemente a las muchedumbres de su día y a sus “guías ciegos”, que juntos componían la nación judía. (Mateo 15:14.) “Esta generación” sufrió toda la angustia que predijo Jesús y luego pasó o dejó de existir en una “gran tribulación” sin precedentes sobre Jerusalén. (Mateo 24:21, 34.)

21 Actualmente, “el gran día de Jehová [...] está cerca, y hay un apresurarse muchísimo de él”. (Sofonías 1:14-18; Isaías 13:9, 13.) Cuando llegue el “día y hora” que Jehová mismo ha predeterminado, su furia se desatará repentinamente sobre los elementos religiosos, políticos y comerciales del mundo, y sobre la gente rebelde que compone esta “generación inicua y adúltera”. (Mateo 12:39; 24:36; Revelación 7:1-3, 9, 14.) ¿Cómo puede usted sobrevivir a “la gran tribulación”? El siguiente artículo contestará esta pregunta y comentará sobre la magnífica esperanza que tenemos para el futuro.

Tiempo de mantenernos despiertos
“En todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas. [...] Pero el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo.” (MARCOS 13:10, 13.)

3 Cuando se iba acercando la septuagésima semana de años (29-36 E.C.), igual que cuando se aproximaba el año 1914, el pueblo temeroso de Dios esperaba la llegada del Mesías. Y llegó, de eso no hay duda. No obstante, en ambas ocasiones, la manera como se presentó difería de lo que se esperaba. Además, en ambos casos, después de un período relativamente corto, se ejecutaría por mandato divino a una “generación” inicua. (Mateo 24:34.)

4 El artículo anterior indicó que la inicua generación judía que exigió la sangre de Jesús llegó a su fin. ¿Qué le ocurrirá entonces a la nociva generación de la humanidad que actualmente se opone a Jesús y lo pasa por alto? ¿Cuándo se ejecutará la sentencia contra esta generación sin fe?

La “generación” que pasa
10 Examinemos más detenidamente las palabras de Jesús anotadas en Mateo 24:34, 35: “En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán”. Las palabras que Jesús dice a continuación muestran que ‘nadie sabe aquel día y hora’. Más importante aún, indican que debemos evitar los lazos que nos rodean en esta generación. Por eso él añade: “Así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre”. (Mateo 24:36-39.) Jesús comparó en este texto la generación de su tiempo con la de los días de Noé. (Génesis 6:5, 9, nota.)

11 Esa no fue la primera vez que los apóstoles oyeron a Jesús hacer esta comparación de ‘generaciones’, pues unos días antes había dicho de sí mismo: “El Hijo del hombre [...] tiene que pasar por muchos sufrimientos y ser rechazado por esta generación. Además, así como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre”. (Lucas 17:24-26.) De modo que el capítulo 24 de Mateo y el capítulo 17 de Lucas hacen la misma comparación. En los días de Noé, “toda carne [que] había arruinado su camino sobre la tierra” y que fue destruida en el Diluvio constituía “esta generación”. En los días de Jesús, el pueblo judío apóstata que lo rechazó era “esta generación”. (Génesis 6:11, 12; 7:1.)

12 Por lo tanto, en el cumplimiento final de la profecía de Jesús en nuestros días, parece ser que “esta generación” se refiere a los pueblos de la Tierra que ven la señal de la presencia de Cristo pero no corrigen sus caminos. A diferencia de estos, los discípulos de Jesús no permitimos que el estilo de vida de “esta generación” nos moldee. Aunque estamos en el mundo, no debemos formar parte de él, “porque el tiempo señalado está cerca”. (Revelación 1:3; Juan 17:16.) El apóstol Pablo nos exhorta: “Sigan haciendo todas las cosas libres de murmuraciones y discusiones, para que resulten sin culpa e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y aviesa, entre los cuales ustedes resplandecen como iluminadores en el mundo”. (Filipenses 2:14, 15; Colosenses 3:5-10; 1 Juan 2:15-17.)

13 ‘Resplandecer como iluminadores’ no solo incluye tener una personalidad cristiana limpia, sino, más importante, cumplir con la comisión profética que dio Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:14.) Ningún ser humano sabe cuándo vendrá ese fin, pero sí sabemos que el fin de “esta generación” de personas inicuas vendrá cuando Dios considere suficiente el testimonio que se haya dado “hasta la parte más distante de la tierra”. (Hechos 1:8.) – fin de la cita de los artículos.

Conclusiones

Aún hoy, no consigo explicarme como ha existido un alejamiento, una especie de creación de una “isla contextual” apartando un versículo de todo un contexto claro. La aplicación de que la generación actual son los ungidos, carece de base, ¡tal como lo mostraba la misma Atalaya citada! De hecho, los artículos citados son muy simétricos y coherentes en usar la propia lógica de la Biblia. Son la explicación más apegada a la verdad sobre lo que es la “generación”.

Puedo estar equivocado en mi apreciación, pero pareciese que en un intento por buscar luz novedosa, el comité de redacción actual quiso sorprender con un entendimiento que mezclara el concepto antiguo y el más reciente, creando una amalgama que nos transporta nuevamente a 1914, cuando sabemos que ese año posiblemente tampoco fue el año de la Parausía. Éste nuevo “entendimiento” que habla de los ungidos como la “generación” ha provocado en muchos publicadores (algunos con años en la verdad) una especie de mayor confusión, y por eso,  en los discursos, Atalayas y asambleas recientes se están dando varios espacios para volver a explicar vez tras vez lo que es inexplicable. Esto demuestra que el asunto no ha sido fácil de asimilar, no porque las personas sean desobedientes, sino porque la lógica interna no lo puede cuadrar.

Cuando realicé mi investigación personal de la “generación” sorprendentemente llegué a la misma conclusión de la Atalaya antes citada de 1995(véase entrada http://rectafinalprofecias.blogspot.com/2010/06/sobre-la-generacion.html), solo que hice el apunte de que la generación inicua de los días de Noé duró 100 años y eso podría servir como un punto de comparación para nosotros.