Algunos lectores y colaboradores me han comentado sobre el planeta X o Hercolubus, Enana Marrón, Nibiru, Ra, etc. Para algunos cristianos claramente el Día de Jehová es un evento netamente provocado por Dios y por lo tanto, no debemos asociarlo a un fenómeno natural. Sin embargo, quienes investigamos éstos temas, hemos llegado a la conclusión de que el evento “sobrenatural” provocado por Dios no viola ningún fenómeno natural. Más bien, hay una armonía perfecta y sincronización entre los eventos celestiales con los mismos propósitos de Dios. El que no entendamos todo el mecanismo de éstos asuntos, no significa que no sea real. Somos como niños recién llegados a un orden infinitamente viejo y sabio.
“ ¿Y qué hay de “prodigios” que han sucedido desde los días de David Hume? Suponga que pudiéramos viajar al pasado y hablarle a él acerca del mundo actual. Imagínese que usted tratara de explicarle que un hombre de negocios de Hamburgo puede hablar con otra persona a miles de kilómetros de distancia en Tokio sin siquiera levantar la voz; que un juego de fútbol en España puede verse por toda la Tierra mientras se efectúa; que naves mucho mayores que las embarcaciones de alta mar de los días de Hume pueden elevarse sobre la tierra y transportar a 500 personas por una distancia de miles de kilómetros en unas horas. ¿Puede usted imaginarse cómo reaccionaría? ‘¡Eso es imposible! ¡Esos prodigios nunca suceden en nuestros días!’” – La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o palabra del hombre?
Los llamados “milagros” o intervenciones de Dios no violan ninguna ley natural. Es que simplemente no conocemos todas las dimensiones de las leyes naturales. Jehová es tan grande y perfecto que no necesita violar el orden de lo ya creado. Por lo tanto, un juicio o intervención de Dios puede estar en perfecta sincronía con lo que sucede en la creación.
Entonces, la posibilidad de que un astro (posiblemente una enana marrón con hiper masa gravitacional) esté ingresando en nuestro sistema solar (de la cual ya existe cierta evidencia), sea la que cause los fenómenos finales es realmente posible y real. Éste astro no se estrellaría con la Tierra, pero su acercamiento sería suficiente para provocar alteraciones gravitacionales en la rotación de los planetas. Hay datos que muestran que esto está aconteciendo, primero al activar al Sol y provocar en algunas lunas de Júpiter erupciones volcánicas.
¿Se están interpretando mal los datos?
Hace un par de días un colaborador me comenta que está a la espera de datos relacionados con el terremoto de Chile. La Nasa y la prensa ha comentado que el terremoto y tsu
nami último de Chile ha inclinado el eje terrestre en 1,27 milisegundos lo cual equivale a 8 centímetros, lo cual involucra una disminución en la velocidad de rotación de la Tierra. Algo, imperceptible, pero el “efecto mariposa” nos indica que esto puede tener grandes consecuencias. Además, las zonas más afectadas se desplazaron alrededor de tres a cuatro metros.
Bueno, los contactos que tengo me indican que esto se está interpretando al revés. En realidad lo que sucedió es que el eje terrestre cambió primero por un efecto externo (posiblemente la alteración gravitacional provocada en el sistema solar). Al cambiar el eje terrestre y producirse un frenazo en la rotación terrestre, esto fue lo que realmente causó el terremoto y tsunami. Estamos hablando de que la ciencia ésta interpretando mal los datos. No sería la primera vez.
Es como cuando se creía que el Sol giraba alrededor de la Tierra.
Los geólogos se concentran solo en las causas terráqueas de la corteza terrestre, pero su dogmatismo les impide conectar éstos asuntos con la causa exterior astrofísica. No se entiende que todo está interconectado. Todo es parte de un gran mecanismo y organismo universal. La ciencia es miope y lenta. Afortunadamente ya hay una generación más audaz de científicos que proponen la interconexión gravitacional y del sol como causas de los mega terremotos.
¿Se prepara la Tierra para el gran parto planetario?
Los sucesos recientes de Haití, Chile, Turquía y otros terremotos nos hacen reflexionar. La “Señal” predicha por Jesús se intensifica a un grado tremendo. Podemos esperar terremotos devastadores “en un lugar tras otro” solo con diferencia de un par de semanas. Esté por lo tanto preparado con lo que he comentado en entradas anteriores.
Éstas cosas son “principios de dolores de angustia” (Mateo 24:7,8). Podemos esperar peores cosas que pronto acabarán en la Gran Tribulación. De hecho Pablo en 1 Tes. 5:3 habla de que éstos dolores de angustia enlazan éstas cosas con el Día de Jehová y la “destrucción repentina”.
Pareciese que los terremotos “en un lugar tras otro” están “acomodando la Tierra” para un gran evento que involucrará un cambio en la corteza terrestre de proporciones cuando llegue Armagedón:
Y los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Har–Magedón.
17 Y el séptimo derramó su tazón sobre el aire. Con esto, una voz fuerte salió del santuario, desde el trono, y dijo: “¡Ha acontecido!”. 18 Y ocurrieron relámpagos y voces y truenos, y ocurrió un gran terremoto como el cual no había ocurrido uno desde cuando los hombres vinieron a estar en la tierra, tan extenso el terremoto, tan grande. 19 Y la gran ciudad se dividió en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y Babilonia la Grande fue recordada a vista de Dios, para darle la copa del vino de la cólera de su ira. 20 También, toda isla huyó, y no se hallaron las montañas. 21 Y un granizo grande, con cada piedra como del peso de un talento, descendió del cielo sobre los hombres, y los hombres blasfemaron contra Dios debido a la plaga de granizo, porque la plaga de este fue excepcionalmente grande. – Rev. 16:16-20
Evidentemente los sucesos de Armagedón: el terremoto global grado 10 o 11, los relámpagos y la lluvia de granizos del tamaño de rocas (meteoritos fragmentados), y la oscuridad por varios días, son fenómenos sincrónicos provocados por “Algo” ajeno que viene desde afuera y que perturba los elementos terrestres y se interpone entre el Sol y la Tierra mientras provoca una detención temporal de la rotación terrestre y una alteración mayor del eje de la misma. Quizás ésta sea “La Señal” en los cielos que toda la gente tendrá que reconocer:
Y entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre, y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.- Mateo 24:30
Vienen desde una tierra lejana, desde la extremidad de los cielos, Jehová y las armas de su denunciación, para destrozar toda la tierra.
6 ”¡Aúllen, porque el día de Jehová está cercano! Como despojo violento de parte del Todopoderoso vendrá. 7 Por eso todas las manos mismas caerán, y el entero corazón mismo del hombre mortal se derretirá. 8 Y la gente se ha perturbado. Convulsiones y dolores de parto mismos se apoderan; están con dolores como una mujer que está dando a luz. Se miran unos a otros con asombro. Sus rostros son rostros inflamados. –Isaías 13: 5-8
“ ¿Y qué hay de “prodigios” que han sucedido desde los días de David Hume? Suponga que pudiéramos viajar al pasado y hablarle a él acerca del mundo actual. Imagínese que usted tratara de explicarle que un hombre de negocios de Hamburgo puede hablar con otra persona a miles de kilómetros de distancia en Tokio sin siquiera levantar la voz; que un juego de fútbol en España puede verse por toda la Tierra mientras se efectúa; que naves mucho mayores que las embarcaciones de alta mar de los días de Hume pueden elevarse sobre la tierra y transportar a 500 personas por una distancia de miles de kilómetros en unas horas. ¿Puede usted imaginarse cómo reaccionaría? ‘¡Eso es imposible! ¡Esos prodigios nunca suceden en nuestros días!’” – La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o palabra del hombre?
Los llamados “milagros” o intervenciones de Dios no violan ninguna ley natural. Es que simplemente no conocemos todas las dimensiones de las leyes naturales. Jehová es tan grande y perfecto que no necesita violar el orden de lo ya creado. Por lo tanto, un juicio o intervención de Dios puede estar en perfecta sincronía con lo que sucede en la creación.
Entonces, la posibilidad de que un astro (posiblemente una enana marrón con hiper masa gravitacional) esté ingresando en nuestro sistema solar (de la cual ya existe cierta evidencia), sea la que cause los fenómenos finales es realmente posible y real. Éste astro no se estrellaría con la Tierra, pero su acercamiento sería suficiente para provocar alteraciones gravitacionales en la rotación de los planetas. Hay datos que muestran que esto está aconteciendo, primero al activar al Sol y provocar en algunas lunas de Júpiter erupciones volcánicas.
¿Se están interpretando mal los datos?
Hace un par de días un colaborador me comenta que está a la espera de datos relacionados con el terremoto de Chile. La Nasa y la prensa ha comentado que el terremoto y tsu
nami último de Chile ha inclinado el eje terrestre en 1,27 milisegundos lo cual equivale a 8 centímetros, lo cual involucra una disminución en la velocidad de rotación de la Tierra. Algo, imperceptible, pero el “efecto mariposa” nos indica que esto puede tener grandes consecuencias. Además, las zonas más afectadas se desplazaron alrededor de tres a cuatro metros.Bueno, los contactos que tengo me indican que esto se está interpretando al revés. En realidad lo que sucedió es que el eje terrestre cambió primero por un efecto externo (posiblemente la alteración gravitacional provocada en el sistema solar). Al cambiar el eje terrestre y producirse un frenazo en la rotación terrestre, esto fue lo que realmente causó el terremoto y tsunami. Estamos hablando de que la ciencia ésta interpretando mal los datos. No sería la primera vez.
Es como cuando se creía que el Sol giraba alrededor de la Tierra.
Los geólogos se concentran solo en las causas terráqueas de la corteza terrestre, pero su dogmatismo les impide conectar éstos asuntos con la causa exterior astrofísica. No se entiende que todo está interconectado. Todo es parte de un gran mecanismo y organismo universal. La ciencia es miope y lenta. Afortunadamente ya hay una generación más audaz de científicos que proponen la interconexión gravitacional y del sol como causas de los mega terremotos.
¿Se prepara la Tierra para el gran parto planetario?
Los sucesos recientes de Haití, Chile, Turquía y otros terremotos nos hacen reflexionar. La “Señal” predicha por Jesús se intensifica a un grado tremendo. Podemos esperar terremotos devastadores “en un lugar tras otro” solo con diferencia de un par de semanas. Esté por lo tanto preparado con lo que he comentado en entradas anteriores.
Éstas cosas son “principios de dolores de angustia” (Mateo 24:7,8). Podemos esperar peores cosas que pronto acabarán en la Gran Tribulación. De hecho Pablo en 1 Tes. 5:3 habla de que éstos dolores de angustia enlazan éstas cosas con el Día de Jehová y la “destrucción repentina”.
Pareciese que los terremotos “en un lugar tras otro” están “acomodando la Tierra” para un gran evento que involucrará un cambio en la corteza terrestre de proporciones cuando llegue Armagedón:
Y los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Har–Magedón.
17 Y el séptimo derramó su tazón sobre el aire. Con esto, una voz fuerte salió del santuario, desde el trono, y dijo: “¡Ha acontecido!”. 18 Y ocurrieron relámpagos y voces y truenos, y ocurrió un gran terremoto como el cual no había ocurrido uno desde cuando los hombres vinieron a estar en la tierra, tan extenso el terremoto, tan grande. 19 Y la gran ciudad se dividió en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y Babilonia la Grande fue recordada a vista de Dios, para darle la copa del vino de la cólera de su ira. 20 También, toda isla huyó, y no se hallaron las montañas. 21 Y un granizo grande, con cada piedra como del peso de un talento, descendió del cielo sobre los hombres, y los hombres blasfemaron contra Dios debido a la plaga de granizo, porque la plaga de este fue excepcionalmente grande. – Rev. 16:16-20
Evidentemente los sucesos de Armagedón: el terremoto global grado 10 o 11, los relámpagos y la lluvia de granizos del tamaño de rocas (meteoritos fragmentados), y la oscuridad por varios días, son fenómenos sincrónicos provocados por “Algo” ajeno que viene desde afuera y que perturba los elementos terrestres y se interpone entre el Sol y la Tierra mientras provoca una detención temporal de la rotación terrestre y una alteración mayor del eje de la misma. Quizás ésta sea “La Señal” en los cielos que toda la gente tendrá que reconocer:
Y entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre, y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.- Mateo 24:30
Vienen desde una tierra lejana, desde la extremidad de los cielos, Jehová y las armas de su denunciación, para destrozar toda la tierra.
6 ”¡Aúllen, porque el día de Jehová está cercano! Como despojo violento de parte del Todopoderoso vendrá. 7 Por eso todas las manos mismas caerán, y el entero corazón mismo del hombre mortal se derretirá. 8 Y la gente se ha perturbado. Convulsiones y dolores de parto mismos se apoderan; están con dolores como una mujer que está dando a luz. Se miran unos a otros con asombro. Sus rostros son rostros inflamados. –Isaías 13: 5-8
