viernes, 12 de febrero de 2010

Un aspecto importante de la Bestia romana


Los Romanos como pueblo e imperio, eran muy tolerantes con las religiones de los pueblos conquistados. En las provincias conquistadas contruían santuarios a sus dioses pero en ningún caso obligaban a los habitantes autóctonos a convertirse y respetaban sus propios cultos, incluso integraban en su panteón algunos de los dioses de los pueblos conquistados si los encontraban útiles (caso de la diosa Cibeles). En el caso de la provincia conquistada de Jerusalén, los romanos mantenían y respetaban al Templo de Jerusalén, y dejaban que los judíos practicasen sus ritos, tal como lo narran los Evangelios.

Ésto muestra que los romanos durante más de 70 años fueron muy tolerantes e incluso defendieron la libertad de religión de sus pueblos sometidos. Algo que la bestia salvaje pretende imitar hoy, por lo menos al principio.

En 66 la idea de los romanos era apaciguar la rebelión judía y en ningún caso atacar la ciudad. De hecho, observamos a Flavio Josefo como portavoz de los romanos, exhortándole a los judíos rebeldes que se rindieran. Así lo hizo Josefo: «Que se salven ellos y el pueblo, que salven a su patria y al templo» (Guerra de los judíos V, 362); «Dios, que hace pasar el imperio de una nación a otra, está ahora con Italia» (Guerra V, 367); «Nuestro pueblo no ha recibido nunca el don de las armas, y para él hacer la guerra acarreará forzosamente ser vencido en ella» (Guerra V, 399); «¿Creéis que Dios permanece aún entre los suyos convertidos en perversos?» (Guerra V, 413).

Los romanos querían que a través de Josefo, se lograra apaciguar la rebelión, y volver al estado normal de provincia romana en dónde el imperio protegía incluso a la religión judía. No obstante, pese a éstos llamados, los judíos revolucionarios insisitieron en dar batalla contra Roma.

Fueron los judíos los que despertaron la ira de los romanos y los que atrajeron sobre sí su propia destrucción. Los romanos no se oponían a la religión judía. Pero los sucesos tomaron rumbos insospechados. Incluso durante el ataque final a Jerusalén en 70 Josefo narra que los romanos tenían órdenes de Tito de no destruír el Templo, pero con el ruido un soldado desoyó ésto y lanzó fuego al interior (quizás accidentalmente), y el Templo comenzó a quemarse. Josefo narra:

Por cuanto las llamas no habían llegado aun al interior, sino que estaban aun consumiendo las cámaras que rodeaban el templo, Tito hizo un último esfuerzo por salvarlo. Precipitándose fuera ordeno a sus tropas que apagaran el fuego, mandando a uno de sus centuriones que diera muerte a garrotazos a quien desobedeciera sus órdenes. Pero el respeto hacia su general, y el temor al castigo habían quedado desbordados por su odio desenfrenado contra los judíos y por la esperanza del botín. Viendo que todo lo que les rodeaba estaba hecho de oro supusieron que el interior contendría unos inmensos tesoros. Y cuando Tito corrió fuera para refrenar a las tropas, uno de los que habían entrado con el hecho un ascua a los goznes de la puerta (del templo interior), y las llamas prendieron en el interior. Cesar y sus generales se retiraron, y así, contra sus deseos, fue quemado el santuario.- Flavio Josefo.

Así que efectivamente la Bestia salvaje moderna aparenta no ser mala. Incluso, de forma similar al siglo I, su aparición en medio de las religiones no es para algo negativo. Al contrario, alega cuidarlas y ser su protector. Ésto lo observamos en la declaración final de la OSCE el 10 de Julio sobre “Libertad Religiosa y de Pensamiento” en Viena. La OSCE se comprometía frente a los represantes religiosos a hacer lo siguiente con los políticos también presentes:

Por lo tanto, las recomendaciones de la OSCE y de los Estados participantes en esta reunión complementaria debería incluir:

1 Para articular una política de integración en la organización de la OSCE para examinar y modificar las políticas, los compromisos, o alguna acción que directa o indirectamente causa ningún daño en la forma, la falta de respeto o el desprecio a la religión;

2 Para profundizar en el carácter peculiar y el significado de la libertad de religión en relación con una dimensión esencial de la humanidad, que contribuye al bienestar integral y el desarrollo de los individuos, comunidades y países;

3 Para subrayar los aspectos específicos de la libertad de religión, en comparación con las libertades relacionadas pero diferentes, como la libertad de pensamiento, expresión, asociación o reunión;

4 Para garantizar la disponibilidad de lugares de culto, teniendo en cuenta las consideraciones de planificación urbana, y el artístico, las características culturales, religiosas, Arquitectónicas y ambiental del territorio. El diálogo debe establecerse con la comunidad local y las religiones presentes tradicionalmente en la zona. Reglamentos legislativa debe distinguir entre los lugares utilizados para el culto sólo los lugares de culto y para actividades más allá de fines de culto.

5 Instar a los Estados participantes y de la OSCE para aplicar plenamente los compromisos formulados en el Compromiso de 1989 de Viena sobre la libertad de religión;

6, preste especial atención al derecho de objeción de conciencia religiosa en todas social de un ámbito público y el derecho de los padres o tutores para la educación moral de los niños en la educación pública;

7 Para el respeto, con respecto a las leyes contra la discriminación, el derecho a la autonomía de las comunidades religiosas y las instituciones de inspiración religiosa;

8 Para reconocer y proteger el uso y exhibición en privado y público de los símbolos religiosos;

9 Para reconocer y proteger la libertad de expresión en cuestiones morales que afectan a la vida pública.

Viena, 10 de julio 2009

Cómo observamos, desde la perspectiva de un ciudadano romano o de una persona actual, los objetivos de la OSCE son "buenos", tal como defender la "paz" para la ONU no es algo negativo. Sin embargo, la religión verdadera no debe descansar su apoyo en éstas manifestaciones de protección política. Hemos analizado la historia, y los hechos tienden a repetirse. Quizás por ésta razón la Bestia blasfema contra Dios alegando que ella realmente cuida a su pueblo, y no el Altísimo. Satanás se apresura a decir que la Obra de Dios dependerá del apoyo de la Bestia. Eso es una blasfemia.



Enlaces relacionados con los temas


La Tierra de Magog (nuevas entradas)
http://magogysutierra.blogspot.com/

Entre la inmensidad y la eternidad (nuevas entradas)
http://pluralidadmundos.blogspot.com/

La vida inédita de Jesús (nuevas entradas)
http://elhombremasgrande.blogspot.com/