El periódico Ria Novosti informa hoy sobre la resolución de las autoridades de Moscú de clausurar la Sucursal cristiana en Rusia. Se comenta que los testigos son una secta con actividades ilegales y que el estado ruso no se opone a las religiones ya que aceptan a los judíos, católicos, musulmanes y ortodoxos rusos. No obstante, se considera a los testigos como distintos.
Esto cumple las expectativas que teníamos sobre que la persecución se iniciaría primero hacia los cristianos verdaderos, en contra del pronóstico oficial, y que posteriormente Babilonia sería atacada.
Los siervos de Dios son acusados de promover intolerencia religiosa y política. Ciertas publicaciones de años pasados como "las Profecías de Daniel" y el libro "Apocalipsis" han sido censuradas en Rusia. Las alusiones directas sobre Babilonia la Grande y la Unión Soviética (como el Rey del Norte) les ha generado problemas.
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¿Tendrá que ver ésta precausión con la nueva línea editorial de la Sociedad, la cual ahora prefiere no tocar temas proféticos tan directos aludiendo a nombres de potencias políticas? Bastantes reflexiones podríamos obtener de los sucesos finales.
