jueves, 4 de febrero de 2010

¿Estamos cansados de comer "maná"?


Jehová durante los 40 años de travesía en el desierto les proporcionó a los israelitas el "pan del cielo", llamado "maná". Durante varias ocasiones la nación se quejó de estar constantemente comiendo el mismo alimento durante tanto tiempo. Varias veces anhelaron comer carne, frutas y probar otros sabores. Frecuentemente éste relato es aplicado al alimento espiritual que reciben los cristianos en las reuniones, publicaciones y discursos. En la mayoría de los casos, los temas son los mismos, aplicados una vez tras otra, bajo distintos ángulos. Se ha dicho que no apreciar éste alimento equivale a la actitud de los israelitas.

Debido a esa línea de razonamiento, muchos cuestionan la existencia de éstos sitios. Se condena el "fuego interior" de una necesidad humana no satisfecha. Una necesidad en muchos que observan los acontecimientos dinámicos globales y desean de corazón una explicación o iluminación más amplia. ¿Es condenable éste deseo?

Algo interesante es que durante la travesía por el desierto, Jehová hizo del maná la dieta perpetua. Salvo en un par de ocasiones (que fué para castigo), Israel comió carne. Pero fué ocasión para tristeza. Sin embargo, durante años el maná siempre fué el alimento a través de la travesía por el desierto.

Actualmente debemos nutrirnos del alimento espiritual disponible, debemos asistir a las reuniones y extraer joyas valiosas. Tenemos que valorar lo que tenemos. No obstante, no podemos comparar totalmente la relación del maná con el actual pueblo de Dios. ¿Por que razón?

En los días modernos el pueblo de Dios recibió alimento de carne durante décadas en la travesía por el desierto espiritual, y luego a vuelto a examinar cuestiones más básicas, relacionadas con mejorar la espiritualidad, la conducta cristiana, etc. Durante los últimos años, el alimento profético misteriosamente ha disminuido.
.
Esto sería comparable a que los israelitas en el desierto hubiesen comido carne durante 30 años, y los últimos 10 años hubieran tenido solo la dieta del maná. Ésto, a menos que se considere que éxaminar las profecías y los sucesos mundiales no son realmente alimento sólido (carne), y en cambio si las doctrinas elementales lo son en verdad.
.
Entonces, se habría llegado a entender que las profecías y secretos sagrados eran alimento básico, y que temas sobre el bautismo, los pecados de la carne y el arrepentimiento sí son el alimento sólido o carne. Pero, ¿qué dice la Escritura?

Por esta razón, ya que hemos dejado la doctrina primaria acerca del Cristo, pasemos adelante a la madurez, y no pongamos de nuevo un fundamento, a saber, arrepentimiento de obras muertas, y fe para con Dios, la enseñanza acerca de bautismos y la imposición de las manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno. - Hebreos 6:1, 2

En vista del tiempo urgente, estamos en tiempos críticos. Son los últimos meses o años que le quedan a este sistema. Sin embargo, observamos como los artículos de las publicaciones comentan vez tras vez temas relacionados con el "arrepentimiento de obras muertas", "enseñanzas acerca de bautismos", "la resurrección de los muertos", etc. Éstos temas debemos estudiarlos y respetarlos, pero la Biblia claramente dice que son "doctrinas primarias". Éstas son colocadas como fundamento cuando el estudiante analiza por primera vez la Biblia. Pero para la mayoría de los siervos dedicados por años, llama la atención que se analicen vez tras vez temas relacionados con los bautismos, resurrección, etc. Curiosamente Pablo no dice que las profecías y secretos sagrados sean parte de éstas doctrinas primarias. Entonces los temas proféticos no son doctrinas primarias. Son alimento sólido. Y surgen algunas preguntas: ¿Por qué hace décadas tenían gran importancia? Y ¿Por qué las doctrinas primarias ocupan ahora gran tiempo de las reuniones?

Espero que éstas palabras no sean malinterpretadas. Tenemos que seguir tomando leche y estar reunidos con los hermanos para incitarnos al amor, pero a la vez, al parecer hay una responsabilidad individual que estamos adquiriendo de nutrirnos personalmente con alimento más sólido. En cuanto a porqué el pueblo de Dios ha disminuido en sus estudios proféticos, dejémosle a Jehová los asuntos. Pero no deja de ser extraño. Quizás se están cumpliendo profecías. Éstas serán analizadas en entradas posteriores.