PEKIN — China advirtió el martes que un encuentro entre el presidente estadounidense Barack Obama y el Dalai Lama dañaría las relaciones bilaterales y amenazó con represalias por la decisión de Washington de vender armas a Taiwán, en un nuevo episodio de la escalada de tensiones entre las dos grandes potencias mundiales.
"Nos oponemos firmemente" a tal encuentro, declaró a la prensa un alto funcionario chino, aludiendo a la visita de diez días a Estados Unidos que el Dalai Lama iniciará en Washington el 16 de febrero.
En Dharamsala (norte de India), el gobierno tibetano en el exilio estimó que "no hay razones" para que Obama tema realizar esa reunión.
En momentos en que las relaciones sino-norteamericanas atraviesan un periodo de turbulencias, Zhu Weiqun, responsable de una entidad controlada por el Partido Comunista Chino, estimó que tal visita "dañaría seriamente los cimientos políticos de las relaciones sino-norteamericanas".
"Si el dirigente estadounidense elige ese momento para recibir al Dalai Lama, ello amenazará con seguridad la confianza y cooperación entre China y Estados Unidos", dijo el funcionario del Departamento del Trabajo del Frente Unido, encargado de las negociaciones con los tibetanos.
.
China protesta regularmente cada vez que una reunión está prevista entre el jefe religioso tibetano, al que acusa de separatismo, y dirigentes extranjeros.
China protesta regularmente cada vez que una reunión está prevista entre el jefe religioso tibetano, al que acusa de separatismo, y dirigentes extranjeros.
Oficialmente no se ha confirmado la reunión de Obama con el Dalai Lama, pero el presidente verá al dirigente tibetano "en el momento oportuno", según fuentes gubernamentales estadounidenses.
El gobierno tibetano en el exilio recusó las amenazas de China: "Desde nuestro punto de vista, tenemos el sentimiento de que el papel de Estados Unidos es facilitar un diálogo justo y honesto entre los emisarios del Dalai Lama y el gobierno chino", declaró a la AFP su portavoz, Thubten Samphel.
"Estados Unidos apoya el punto de vista" del Dalai Lama, que "considera que la cuestión del Tibet debe ser resuelta en el marco de la Constitución china", agregó Samphel.
"No hay pues razones que sostengan el argumento chino de que tal encuentro dañaría las relaciones entre China y Estados Unidos", estimó.
En Pekín, Zhu recalcó que el diálogo mantenido con los enviados del Dalai Lama en China la semana pasada mostró las "profundas divisiones" entre las partes respecto al estatuto del Tibet.
El gobierno chino indicó el lunes que había reafirmado ante los representantes del Dalai Lama su rechazo a toda concesión sobre la soberanía china del Tibet. "Los intereses nacionales son inviolables y no hay lugar para discusiones sobre las cuestiones de soberanía nacional y territorial", declaró el gobierno citado por la agencia oficial China Nueva.
El martes, Zhu Weiqun señaló asimismo que "las relaciones entre el gobierno chino y el Dalai Lama forman parte totalmente de los asuntos internos chinos". "Nos oponemos pues a cualquier tentativa extranjera de injerencia en los asuntos internos de China so pretexto del Dalai Lama", recalcó.
Esta advertencia se pronuncia inmediatamente después que China denunciara la venta de armas norteamericanas a Taiwán, calificándola de "injerencia grosera" de Estados Unidos en los asuntos internos chinos.
Tras anunciarse el viernes un contrato de más 6.400 millones de dólares de ventas de armamentos norteamericanos a la isla, el gobierno chino suspendió inmediatamente sus intercambios militares con Estados Unidos y anunció sanciones.
En Singapur, un alto funcionario del departamento de Defensa de Estados Unidos consideró el lunes que China tuvo una reacción "desafortunada" al respecto.
"Pienso que es desafortunado que China haya reaccionado de esa forma", dijo Bruce Lekmin, vice-subsecretario de la Fuerza Aérea estadounidense.
Lekmin descartó que Estados Unidos dé marcha atrás en su decisión de vender armas a Taiwán, la isla nacionalista considerada por China comunista como una de sus provincias pero que desde 1949 vive separada de hecho de la autoridad de Pekín. -AFP