viernes, 22 de enero de 2010

Reflexiones sobre el trabajo y el dinero


Hace poco en las reuniones cristianas se analizó el tema del trabajo. Me pareció excelente la forma en que se abordó el asunto. Lejos de ver el trabajo como una maldición, hay que intentar darle un sentido de logro, y vivirlo como un medio para lograr un fin. El capítulo me pareció excelente ya que animaba también a poner el trabajo en su debido lugar, y no "vivir para trabajar". Sabemos lo difícil que es, pero con ejercicio y práctica podemos cambiar nuestra percepción de las cosas. También debemos dejar un gran espacio para la Obra Salvavidas (predicar las Buenas Nuevas) y otras actividades que contribuyen a ésta misión.

Martín Luther King decía con razón: "Toda tarea que eleve a la humanidad es digna e importante; debería ser asumida con aplicada excelencia. Si alguien está llamado a ser barrendero, debería barrer como Miguel Ángel pintaba, como Beethoven componía música o como Shakespeare escribía sus versos. Debería barrer las calles tan bien que todos los habitantes del cielo y de la tierra se detuvieran a decir: "Aquí vivió un gran barrendero que cumplió bien con su trabajo".

Cada uno de nosotros tiene un don, algo que sabe que hace bien o lo hace sentirse feliz y que contribuye a realizarlo. ¿Cómo saberlo? Cuando esa actividad le hace vibrar, hace que el sentido del tiempo desaparezca. Aparte del trabajo que uno tiene que realizar para ganarse la vida, uno debe meditar que gracias a ese trabajo secundario podrá realizar la obra primaria, el auténtico trabajo que le es un placer. Entonces el trabajo secundario (como ser barrendero) será hecho con amor y perfección, ya que le permitirá desarrollar el trabajo del alma.

Lamentablemente nos enfrentamos ahora al problema de la Sociedad actual. El sistema de cosas tiene una visión distorsionada sobre el dinero y el trabajo. A veces esta visión es compartida por algunos cristianos y su mira se vuelve estrecha. Analizaremos este asunto.

Las personas que se ganan la vida haciendo lo que les gusta son las personas que se empeñan en conseguirlo. No se rinden. Nunca ceden. Desafían a la vida si no les deja hacer lo que les gusta. Pero muchas veces son atacadas.

También hay otro elemento que se debe mencionar aquí; pues se trata de un elemento que se halla ausente en el razonamiento de la mayoría de las personas cuando inician su vida laboral. Hay una diferencia entre ser y hacer, y la mayoría de la gente da más importancia a lo segundo.

Además hay un problema con el concepto del dinero. El Dinero no es ni bueno ni malo, es una herramienta neutra. Las personas que lo utilizan lo usan para el bien o para el mal. La Biblia habla del Amor al Dinero, como un apego negativo que produce daño, pero nunca dice que el Dinero sea malo en sí. De hecho, Jehová creó los minerales y el papel. El problema de nuestra sociedad es que ha satanizado el dinero. Por un lado, todos lo desean, por otro condenamos a los que tienen demasiado, y decimos: "tiene que haberlo obtenido de forma fraudulenta o de forma oscura". Esta actitud hipócrita con respecto al dinero es la raíz de todos los males.

Por ésta razón los artistas pornográficos y deportistas ganan una fortuna, mientras que los maestros, profesores y bomberos son los peores pagados. Por ésta razón los políticos creen que tienen que robar para compensar sus servicios. Por ésta razón los vendedores de armas ganan millones, mientras que el investigador solitario que busca una cura contra el Sida tiene que mendigar fondos. El problema es que en esta Sociedad la mejor labor, el trabajo más altruista y honesto debe ser el peor pagado o debe hacerse gratis. Mientras que la cosa que que causa más daño o es menos altruista es la mejor pagada. ¿Comprendemos la hipocresia? Por un lado todos necesitan el dinero, pero por otro lo llaman el "vil metal".

Una Sociedad correcta haría que los investigadores como Abib fueran los mejores pagados. Por eso no podemos juzgar las peticiones de fondos que él hace, o que realiza la Sociedad Watchtower. En realidad los educadores espirituales, y las entidades dedicadas a ese fin, ya que contribuyen a elevar a la Sociedad, deberían ser los mejores retribuidos, por que son las tareas más nobles. ¿Comprendemos éstas cosas? Hay quienes juzgan a los testigos de Jehová por las enormes instalaciones, grandes salones de asamblea, etc. No obstante, se realiza un trabajo para la elevación espiritual de la humanidad. Por lo tanto, las donaciones son necesarias. Pero en una Sociedad CORRECTA, los Estados y personas deberían pagarles (de la mejor forma) por sus servicios.

Vivimos en el mundo al revés. Y condenamos sin pensar. La envidia y otras actitudes nos hacen tener una visión estrecha. El dinero debería utilizarse para las mejores obras, pero hemos decidido usarlo para el mal. Si alguién gana dinero haciendo el bien, "es que se está aprovechando" (pensamos). Claro, no criticamos al que obtiene dinero haciendo el mal, pero pobre del que lo obtiene haciendo el bien.... No deberíamos pensar así.

En la Sociedad del Nuevo Mundo el dinero ya no existirá. Será reemplazado por la autosuficiencia y por una mentalidad superior. Mientras tanto, evitemos criticar a quienes piden ayuda o han obtenido frutos materiales por realizar un trabajo para el alma. Un trabajo que en el fondo beneficia a todos. Los beneficios espirituales son los verdaderos y que duran por los siglos.