Un lector de la capital de Chile me ha comentado como toda la ciudad está revolucionada con una manifestación artística cultural que tiene por objeto pasear por en medio de la urbe a dos marionetas gigantes. Mas de un millón de personas ha mirado sin moverse por horas, como "duermen", caminan, "respiran", en una especie de historia mágica (de gigantes que vienen de otro universo) que ha envuelto a los transeúntes. Personas "acampan" por largas horas mirando a los gigantes mientras éstos están quietos. Solo los miran. Luego los siguen en sus caminatas. En varios países del mundo e incluso en los próximos días en Nueva York, se realizarán estas manifestaciones "culturales". Si bien, cada persona es libre de asistir y observar estos espectáculos, no deja de llamar la atención el impacto sociológico masivo de observar a gigantes entre las ciudades.
Los seres humanos sienten debilidad por admirar, venerar y adorar a lo que vuela, y a lo que es gigante o más alto que lo normal. Los psiquiátras lo explicarían que esto se debe a que cuando somos niños, estamos condicionados por la autoridad de los adultos, a quienes veíamos como gigantes en nuestra infancia. Así también, es necesario que un líder hable desde una alta plataforma para expresar autoridad, o hay gente que se siente atraída por los más altos. Durante miles de años los humanos han construido estatuas de gigantes, edificios inmensos, o edificado altares imponentes para la adoración. Todos, mucho más altos que nosotros. El efecto mental es protección, admiración y hasta veneración.
No es de extrañar que los Nefilim fueran llamados "los hombres de fama, los héroes de muy antiguo". Deben haber generado una especie de veneración hacia ellos. Con el tiempo, se volvieron gigantes despóticos. Y el recuerdo de adorar a lo que es alto, se ha mantenido en el ADN de la memoria colectiva de la humanidad. Por lo tanto, no nos extraña que hasta adultos actúen como niños admirados ante experimentos sociales masivos. Éstos experimentos para ver como reacciona la población han variado desde desnudos con cientos de personas, hasta pasear gigantes en las calles.
Según el investigador Alberto Canosa, en el interior ciertas piedras o dolmenes hay algunos Nefilims en estado de coma, esperando a ser liberados para volver a actuar sobre la humanidad. Aunque pareciese fantástico, no podemos negar ni asegurar dichas teorías. También hay informes que aseguran haber encontrado restos de esqueltos de hasta cuatro metros. Aunque también han existido fraudes, puede que más de alguno pueda ser real.
Lo que puedo atestiguar es que efectivamente dichas piedras enormes han sido usadas por grupos paganos y luciferninos para sus rituales. Ahora bien, si los gigantes volvieran a aparecerse a la humanidad, sin duda lograrían admiración por parte de las masas.